Notas: Gracias a kaso por ayudarme a corregir, tkm kasito muak.
Ví de principio a fin «el niño con pijama de rayas» y del trauma tuve que distraerme con algo, e aquí lo que termine escribiendo por el trauma.

(One-Shot de Alejo TwcLover)
«Ayúdame a dormir»
Tom por más que se removía de un lado al otro, destapándose y, al mismo tiempo, envolviéndose con todas las sábanas de la cama, por miedo a que le pasará algo, no lograba dormir, su reloj en la mesa ya marcaban casi las dos y media de la mañana. Tom tenía miedo a que llegarán las tres y él aún siguiera sin dormir.
A pesar del miedo inexplicable que Tom tenía por la oscuridad, aquello poco le importó, y fue casi que corriendo rápidamente a la habitación de Bill, abriéndola con sumo cuidado de no hacer ruido para no despertar a sus padres, hallando a Bill completamente dormido, las sábanas en el suelo y con una posición parecida a la de una persona recién exorcizada.
Tom contuvo sus risas, acercándose poco a poco hacía la cama de Bill, no con intenciones de dormir con él y así conciliar mejor el sueño, no, él quería cansarse para así poder dormir y sabía que Bill podría ayudarlo con ello.
Cuando estuvo ya prácticamente sentado en el borde de la cama, es que Tom se acercó más, aprovechando que Bill casi siempre dormía semidesnudo y le era más fácil solamente quitarle los bóxers que el pantalón, era menos trabajo y menos probabilidad de que Bill despertara.
Mientras iba bajando poco a poco la ropa interior del pelinegro es que hizo un mal movimiento, provocando que Bill despertara, sobresaltándose al ver una silueta frente a él intentando desnudarlo.
—Ah, eres tú…—afirmó Bill con voz cansada cuando logró distinguir mejor la silueta enfrente suyo, prendiendo la lámpara de su mesa de noche mientras se tallaba los ojos.
—Vuélvete a dormir, es más fácil hacerlo cuando no escucho tu parloteo —explicó Tom mientras volvía a tomar la ropa interior de su gemelo e intentaba bajarla, Bill tomó su muñeca y lo detuvo.
—Tom, ¿me puedes explicar por qué mierda se te antoja querer coger ahora? Son casi las tres de la mañana —cuestionó Bill aún sin entender bien por qué Tom estaba en su habitación.
—No logro dormir, no estoy cansado y buscaba algo con lo cual agotar energías —contó el de rastas.
—Ah… Bien, lo entiendo muy bien, el señor aquí presente no tiene sueño y tengo que ser yo quien se encargue de eso, ¿no? —soltó Bill aún con sueño.
—Vamos, hazle un favor a tu hermano mayor, prometo hacerte sentir bien —dijo Tom lo último con una sonrisa coqueta.
Bill, a pesar del cansancio que tenía en el momento, aceptó, no pudiendo negarse ante la oferta de su hermano.
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—Sabes que tu novio podría haber venido y así no tener que despertarme, ¿cierto? —comentó Bill mientras veía a Tom lamer su pene erecto de arriba a abajo.
—Andreas no me cansa, aunque quizá su presencia sí —paró Tom las lamidas y Bill rió por el comentario—. Además, él tampoco tiene el tamaño que realmente yo merezco —terminó por decir el de rastas para después meterse todo el miembro de Bill en la boca, sacando un jadeo por parte de su gemelo.
Tom empezó a chupar el pene de Bill con gula, succionando de arriba a abajo, sacando gemidos y gruñidos que Bill trataba de contener para no despertar a sus padres que estaban casi al lado de su habitación.
En ese momento de placer es que Bill recibió un mensaje, tomó su celular y se percató que era Andreas preguntándole si aún seguía despierto.
—Hablando del rey de roma —bromeó Bill mientras le mostraba a Tom el mensaje de Andreas en su celular y el de rastas evidentemente no le prestó atención ya que estaba ocupado en otros asuntos.
Bill le respondió el mensaje al rubio para tratar de distraerse de tan buena mamada que le hacía su hermano mayor y así tratar de no gemir tanto.
En aquel momento, es que Bill le escribió que Tom estaba con él, Andreas le respondió diciendo que quería hablar con el de rastas y Bill no tuvo mejor idea que mandarle un audio explicándole el por qué no podía.
—Lo siento, Andreas, Tom ahora está ocupado con un asunto, te sorprendería lo jodidamente bueno que es con la boca. —Tom obviamente lo escuchó pero antes de que pudiera replicar Bill lo tomó del cabello y obligó a mantener su pene dentro de su boca, una linda forma de decirle que no hable.
Tom, a pesar de la brusquedad con la que Bill lo tomó, no se sintió molesto por ello, al contrario, se excitó en demasía por la fuerza que Bill ejerció en él.
Bill sabía que a Tom le gustaba que fuera así, y por eso es que tampoco se quedó ahí, ahora él tomando el poder y controlando el ritmo al que iba Tom, haciendo que fuera más rápido conforme iba succionando alrededor de su verga.
Mientras Tom seguía chupando Bill ya había mandado el audio, sabía que se podía malinterpretar pero también era de su conocimiento que Andreas era muy estúpido, incapaz de creer que Tom y él tuvieran algún vínculo más allá de lo fraternal.
«Jajaja, sí, es realmente bueno, lo digo por experiencia» terminó por responder el rubio y Bill no pudo evitar reír por lo ingenuo que era.
Tom siguió chupando hasta que Bill no pudo contenerse más, corriéndose en su boca y obligándolo a tragar lo que había expulsado, Tom gustoso lo tomó sin rechistar, sacando después el miembro de Bill de su boca.
—Ya tomaste tu leche caliente, ahora, vete a dormir —habló Bill tratando de no tener otra erección al ver cómo a Tom se le salía un poco de su semen por la comisura de su labio, lo tomaba con su dedo y lo chupaba con ganas.
Tom, a pesar de que se sentía ansioso por más, no dijo nada y se levantó de la cama, viendo a Bill una última vez antes de salir de la habitación.
—Que tengas dulces sueños, Billy —fue lo último que dijo Tom para después salir del cuarto de Bill en dirección al suyo.
Por más extraño que hubiera sido su método para conciliar sueño al final logró conseguir dormir en cuánto tocó la almohada, Bill, por otro lado, tuvo que masturbarse una última vez ya que aún seguía duro, la imagen de Tom saboreando el semen de su dedo dio mucho material a su imaginación.
F I N
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